Los protagonistas de Asesinato... son Mariana Alcántara, dirigente en la cima de la jerarquía administrativa; Nicolaas, su bondadoso marido holandés; Pablo Ariztía, médico de la Presidencia, amante de Mariana; Lin, chef de cocina de la sede del Ejecutivo; Julieta y Cabrales, detectives a cargo de la investigación; Juan de Dios Bernales, jefe del gabinete; Lucrecia, empleada doméstica, madrina de Márgara, pareja de Lalo, el cual cumple una prolongada pena de presidio por una cadena de horribles violaciones seguidas de homicidios, más una serie de hombres y mujeres de profesiones u oficios de prestigio, respetables, admirados o, por el contrario, sospechosos, delictuales, ominosos, muy desagradables.
Asesinato en La Moneda es su mejor novela hasta ahora, el libro se lee de punta a cabo sin sobresaltos, no hay gazapos, presentes en los textos previos de Subercaseaux y, en conjunto, resulta un relato ameno, bien armado, sin baches. Quienes esperen encontrar una historia relacionada con los episodios de corrupción que rodean a los últimos gobiernos concertacionistas, se quedarán con los crespos hechos. Aunque Asesinato... afecte a una subsecretaria del Interior, al Presidente de la República, a ministros en altas esferas del poder, la obra bien pudo transcurrir en una empresa pública o privada donde tétricos secretos, pugnas subterráneas que harán estallar un enorme escándalo, evolucionan en un crescendo vivo, cuyo desenlace no deja cabos sueltos.